La selección peruana regresó a Lima el pasado miércoles tras caer 1-0 ante Venezuela en Maturín, un encuentro que era crucial de cara a las Eliminatorias 2026. La llegada fue nocturna, en un clima de silencio total, evidenciando el momento crítico que vive el equipo.
Un regreso silencioso y preocupante
El equipo llegó al aeropuerto Jorge Chávez y se trasladó en bus directamente al hotel de concentración en San Isidro. La situación refleja el complicado escenario para la ‘Blanquirroja’, que ahora ocupa el noveno lugar con 10 puntos, distanciada por cinco puntos por debajo de la zona de repechaje.
Los medios de comunicación estuvieron presentes, aunque la selección evitó declaraciones. La mayoría de los convocados eran jugadores de la Liga 1, ya que futbolistas como André Carrillo y Luis Advíncula viajaron directamente a sus clubes, al igual que otros de la MLS como Luis Abram y Pedro Gallese.
Preparación y enfoque renovado
Los jugadores de la Liga 1 tienen poco tiempo para descansar, ya que este jueves deben integrarse a sus equipos debido a la reanudación del Torneo Apertura. Este apretado calendario sigue demostrando y poniendo a prueba la resistencia y compromiso de los jugadores de cara a los retos pendientes.
Aunque la situación actual es compleja, aún existe esperanza entre el equipo y su afición. Los seguidores esperan que el equipo recupere su rendimiento en los próximos partidos y mantenga viva la ilusión de clasificar al Mundial.
Desafíos en la recta final para la selección peruana
El camino hacia el Mundial todavía presenta grandes desafíos para Perú, con partidos cruciales ante Colombia, Ecuador, Uruguay y Paraguay. Estos encuentros serán determinantes para definir el destino de la selección en las Eliminatorias 2026.
La oportunidad de cambiar el rumbo está presente, pero la ‘Blanquirroja’ debe mostrar una mejora significativa en su juego. La dedicación y determinación serán claves para superar estos difíciles encuentros y brindar nuevamente alegría a su apasionada hinchada.